“Apocalypse Now”
Por David Breijo
Billy Joel dice en su canción de 1982 “Goodnight, Saigon” que los soldados norteamericanos combatientes en Vietnam -como el entonces futuro autor de “Piano Man”- se pasaban entre otras sustancias, cassettes de The Doors.
Francis Ford Coppola ya había escogido de entre el repertorio del grupo de Los Ángeles, el demencial tema de “The End” (El Final), presente en su álbum debut. Este tema le sirvió como paradójica apertura y clímax de “Apocalipsis Now”.
Entre ambos fragmentos de la película, han retumbado en nuestros oídos una variedad de músicas que van del “Surfin’ Safari” de Brian Wilson al “Suzi Q” de Flash Cadillac; del “Satisfaction” de los Rolling Stones y el “Fortunate Son” de Creedence Clearwater Revival a piezas compuestas por el propio padre de Francis, Carmine, compositor y director de orquesta.
Y, por supuesto, “La Cabalgata de las Valquirias”. Admitámoslo: aunque hablemos ni más ni menos que de Richard Wagner, nunca ha vuelto a sonar igual. Ya no puede oírse sin la pátina de cultura popular que le añadió “Apocalipsis Now”. Hay que ser muy, muy purista de la música clásica para escucharla y que no te resuenen en los oídos los motores de los helicópteros y el tableteo de las ametralladoras montadas a bordo de ese letal 7º de Caballería Aérea que la utiliza como instrumento para infundir miedo en los civiles y combatientes del Vietcong. Y como remate a Wagner, la tenebrosa frase enunciada por el Coronel Kilgore (Robert Duvall), “me encanta el olor a napalm por las mañanas: huele a victoria”.
Es sabido que “Apocalipsis Now” toma como base la novela de Joseph Conrad “El corazón de las tinieblas”, una dura visión del Colonialismo. Sobre el esqueleto de la novela se crea el relato de esta river movie . El subgénero de road movies o películas de carretera da para mucho y, en este caso, la carretera es el río Mekong.
Francis Ford Coppola, adorado por sus films de “El Padrino” y hasta entonces mimado por la industria, se vio asociado desde este rodaje al adjetivo de “megalomaníaco”. El empeño económico de la filmación en las Filipinas del dictador Ferdinand Marcos que simulaban ser Vietnam y su jungla, con equipamientos sobrantes de la guerra, provocó el deterioro de sus cuentas y el de la salud física y mental de varios componentes del equipo.
Es célebre la secuencia en la que el Teniente Willard (Martin Sheen), se corta la mano al golpear un espejo y prosigue su actuación, rodada casi toda esa parte en estado de ebriedad. Esto no es nada comparado con que Sheen casi muere de un infarto durante el rodaje. Marlon Brando y Dennis Hopper, navegaban cada uno en su locura y método actoral, no siempre colaborativo con el director. Si con todo esto Francis no rozó la insanía mental, le anduvo cerca. La ruina sí le alcanzó.
Todo ello fue capturado en imágenes por su esposa y mostrado al público en un soberbio documental titulado “Corazones en Tinieblas”, tirando de Conrad para su título. “Apocalipsis Now” se presentó en el Festival de Cannes de 1979 bajo el subtítulo de “work in progress” (trabajo en desarrollo) y, de alguna manera, sigue ahí. Porque pocos films han sido más modificados, ampliados y retocados desde su estreno. No gustó a todo el mundo. El gran director John Huston dijo que le parecía una basura y que su director jamás había pisado una guerra, a diferencia de él.
Hace ya unos cuantos años, cuando en nuestros domicilios aún reinaba el vídeo VHS y Apocalipsis now” podía verse con una calidad dudosa, adquirí un LP doble. Contenía la mezcla de sonido de varios tramos del film. Música, efectos, diálogos. Antes de YouTube, antes del dvd y el BlueRay. Este disco permitía descubrir que “Apocalipsis Now” era un film que merecía ser, no solo visto y oído, sino escuchado.